Hace unas semanas, a primeros de febrero, veíamos en los medios de comunicación noticias sobre las actividades de carnaval que se celebran en distintas localidades, aunque lo mas normal es que se refirieran solamente dichas noticias a las celebraciones de los lugares mas conocidos.
Hay otros carnavales, menos importante, pero igualmente interesantes, que son los que se celebran en los pequeños pueblos, manteniendo vivas tradiciones que seguramente vienen de hace cientos de años. Por ejemplo en la provincia de Guadalajara podemos encontrar los de Almiruete, Robledillo de Mohernando, Villares de Jadraque, Luzón, Cogolludo y otros mas.
Otros años he acudido a ver los "Botargas y Mascaritas" de Almiruete y este año me he decidido a visitar a los "Diablos" de Luzón.
Para llegar a Luzón, si vamos por la Nacional II podemos ir hasta Alcolea del Pinar y tomar la carretera N-211 dirección Molina de Aragón, pocos kilómetros antes de llegar a Maranchón, un desvío a la derecha nos conduce a Luzón.
La fiesta de Los Diablos se inicia a media tarde, ya cuando la luz está cayendo, los diablos, gente del pueblo vestido completamente de negro, con los brazos y cara cubiertos de una mezcla de aceite y hollín, unos cuernos de toro en la cabeza, igualmente teñidos de negro y con una dentadura postiza hecha de patata. Los Diablos aparecen y van recorriendo el pueblo persiguiendo y tiznando a la gente que no va disfrazada. El disfraz tradicional para librarse de ellos es el de Mascarita, aunque actualmente hay disfraces de todo tipo, siendo respetados por los Diablos las personas que los llevan.
Recorren el pueblo, llegan a la plaza, bailan dando vueltas por la misma, van manchando de hollín a las personas que no van disfrazadas, vuelven a recorrer las distintas calles y finalmente se regresa a la plaza de la Iglesia, donde el Ayuntamiento recompensa a los presentes con chocolate y bizcochos. Ya al finalizar el día, la Asociación de Amigos de Luzón, encargada de la organización de los actos hace participes a los asistentes, una vez se han superado de sus persecuciones por los diablos , de una merienda-cena.
El complemento a los carnavales es el propio recorrido del pueblo, que puede llevarse a cabo por la mañana, antes de que aparezcan los Diablos. Puede visitarse la Iglesia Parroquial, el museo de las escuelas, la ermita de la Virgen de la Peña, la ermita de San Roque, el pilón, la fuente de los nueve caños etc.
Otros años he acudido a ver los "Botargas y Mascaritas" de Almiruete y este año me he decidido a visitar a los "Diablos" de Luzón.
Para llegar a Luzón, si vamos por la Nacional II podemos ir hasta Alcolea del Pinar y tomar la carretera N-211 dirección Molina de Aragón, pocos kilómetros antes de llegar a Maranchón, un desvío a la derecha nos conduce a Luzón.
La fiesta de Los Diablos se inicia a media tarde, ya cuando la luz está cayendo, los diablos, gente del pueblo vestido completamente de negro, con los brazos y cara cubiertos de una mezcla de aceite y hollín, unos cuernos de toro en la cabeza, igualmente teñidos de negro y con una dentadura postiza hecha de patata. Los Diablos aparecen y van recorriendo el pueblo persiguiendo y tiznando a la gente que no va disfrazada. El disfraz tradicional para librarse de ellos es el de Mascarita, aunque actualmente hay disfraces de todo tipo, siendo respetados por los Diablos las personas que los llevan.
Recorren el pueblo, llegan a la plaza, bailan dando vueltas por la misma, van manchando de hollín a las personas que no van disfrazadas, vuelven a recorrer las distintas calles y finalmente se regresa a la plaza de la Iglesia, donde el Ayuntamiento recompensa a los presentes con chocolate y bizcochos. Ya al finalizar el día, la Asociación de Amigos de Luzón, encargada de la organización de los actos hace participes a los asistentes, una vez se han superado de sus persecuciones por los diablos , de una merienda-cena.
El complemento a los carnavales es el propio recorrido del pueblo, que puede llevarse a cabo por la mañana, antes de que aparezcan los Diablos. Puede visitarse la Iglesia Parroquial, el museo de las escuelas, la ermita de la Virgen de la Peña, la ermita de San Roque, el pilón, la fuente de los nueve caños etc.
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