viernes, 7 de mayo de 2010

Monasterio de Melque




A pocos kilómetros de Madrid y a los pies de los Montes de Toledo, podemos encontrar uno de los mejores ejemplos de la importancia que tuvo Toledo en la época visigoda, el conjunto monástico de Santa María de Melque.


Santa María de Melque fue contruido sobre los siglos VII y VIII, no estando claro si su orígenes fueron visigodos o mozárabes.

Destaca entre los distintos edificios conservados, la iglesia, que constituye uno de los monumentos religiosos más importantes en España de la alta edad media.
La iglesia es de planta central con cimborrio, cuatro brazos de naves, pórtico, capilla mayor y cámaras laterales. Las dimensiones de la planta de cruz con 30,475 m de este a oeste y 20,05 m de norte a sur. Sobre el cimborrio quedan los inicios de una antigua torre, restos de la época en que tenía función de fortaleza

Hay que pasearse con detenimiento por el interior, fijándose en los arcos de herradura, la sillería de granito, alguna hiladas a soga y tizón, las bóvedas de las naves, los vanos  de iluminación etc.

Tras las desamortizaciones del siglo XIX, el conjunto monástico cae en abandono, aunque algunos de los edificios principales fueron utilizados como establos y pajares, lo que impidió que se degradaran completamente. En 1931 se declara Monumento Histórico artístico, aunque será a partir de 1960 cuando se inicie el proceso de restauración y rehabilitación del entorno tras ser adquirido por la Diputación Provincial de Toledo

Podemos visitar aparte de la iglesia el resto del complejo, donde se ha habilitado un centro de interpretación del recinto y de la cultura visigótica.
Complemento a esta ruta turística en Melque tenemos los restos de la fortaleza de Montabán, que es el castillo de mayor tamaño de los conservados en Castilla la Mancha, el conjunto monumental y plaza porticada de la Puebla de Montalbán, o los restos del puente romano de la localidad de San Martín,

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