Este domingo 23 de mayo ha tenido lugar La caballada de Atienza, fiesta declarada de interés turístico regional en 1996 y posteriormente nacional, que se celebra todos los domingos de Pentecostés desde el año 1162. Conmemora la liberación del rey Alfonso VIII, siendo todavía un niño, por un grupo de arrieros, de su tío Fernando II de León en su intento de arrebatarle el trono.
Hacía por lo menos cuatro años que no acudía a esta fiesta, de la que me enteré en su día de casualidad navegando por la web, con lo que este año me he decidido a volver a pasar el día en Atienza disfrutando de los caballos, vestidos de época y en general de ambiente festivo que rezuma todo el pueblo.
El trasfondo histórico es el siguiente: Tras la muerte en 1158 de Sancho III, hereda el trono de Castilla su hijo, todavía niño, Alfonso VIII. Se inicia entonces una pugna por la tutoría del rey entre las familias de los Castros y de los Laras. Según el testamento, los Castros deberían se los tutores del monarca, sin embargo los Lara se apoderaron por la fuerza del rey. Solicita entonces la familia Castro ayuda a Fernando II de León, tío del rey, el cual aprovecha la oportunidad y entra en Castilla con un ejército con el objetivo de apoderarse del niño y conseguir gobernar en ambos reinos. Se pacta la entrega del niño en Soria, pero es sacado de dicha ciudad y llevado a Atienza, que acaba siendo cercada por el ejército del rey de León.
El domingo de Pentecostés de 1162, simulando una romería, los arrieros de Atienza con el niño disfrazado y escondido entre ellos, salen de la villa hacia la ermita de la Virgen de la Estrella, patrona de Atienza, consiguiendo de esta forma salvar al rey niño del asedio de la ciudad.
Cada año desde entonces, la Cofradía de la Santísima Trinidad lo celebra el domingo de Pentecostés en la fiesta de "la Caballada", nombre que recibe popularmente dicha cofradía
Las actividades de los cofrades se inician el sábado víspera de Pentecostés, cuando se reúnen para tomar las siete tortillas, todas distintas, que según la tradición representan los siete días que duró el viaje para poner a salvo al niño. Ya en domingo, a primera hora de la mañana, los cofrades recorren el pueblo a caballo, vestidos de negro, con sombrero, chaquetilla bordada con motivos florales multicolores y capa de paño. Suben a la plaza del pueblo y hacen revisión de los presentes, imponiéndose multas a los que han incumplido las ordenanzas valoradas en libras de cera. Al son de dulzainas y tamboriles se dirigen a la ermita de la Estrella a unos tres kilómetros de Atienza donde se celebra una procesión, realizándose en varios puntos del recorrido subastas en celemines de trigo para tener el privilegio de llevar la imagen de la Virgen, se celebra misa y se realiza una segunda subasta, en este caso de unos roscos que tienen colgados de las ramas de un árbol preparado al efecto. Bailan los cofrades delante de la Virgen y por último realizan una comida de hermandad.
Por la tarde los jinetes recorren de nuevo el pueblo y finalmente en un camino a las afueras de Atienza realizan los cofrades carreras de caballos por parejas.
Aparte de la fiesta, en Atienza,declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en el año 1962, podemos visitar numerosos sitios si nos ponemos a callejear, como son la iglesia de la Trinidad con su museo de la caballada, el castillo roquero del que se conserva la torre del homenaje, la plaza del Trigo o plaza del mercado de estilo castellano con soportales, columnas de piedra y estructuras con vigas de madera, el arco de Arrebatacapas, que debe su nombre según la tradición a que el viento "arrebataba" las capas al cruzar este arco a los cofrades el día de la caballada, la iglesia de San Gil que contiene el museo de arte religioso de Atienza, la Iglesia de San Bartolomé con su museo paleontológico etc.
Gracias por el artículo.
ResponderEliminarEn 2011 La Caballada se celebra el domingo día 12 de junio.
Este año 2011 se celebra el domingo 12 de junio.
ResponderEliminarConamos con vuestra visita.
Un saludo... y en 2012 es el 850º Aniversario de la Cofradía y romería. ¡Ahí es nada!