lunes, 31 de enero de 2011

el sueño de Virila



Hace algunos meses escribí unas líneas sobre la población Sos del rey Católico, en Zaragoza e indiqué que me quedaba pendiente el contar una bonita leyenda del vecino monasterio de Leyre, ya en Navarra.
La leyenda cuenta que Virila, abad del monasterio de Leyre, era un monje muy preocupado por entender el misterio de la eternidad. Por comprender cómo era posible vivir eternamente sin llegar a aburrirse y, por lo tanto, dejar de ser feliz. En aras de comprender dicho misterio, Virila pedía a Dios en sus oraciones que le diera la clave de su comprensión, la ayuda necesaria para poder desvelar la preocupación.
Monaterio de Leyre
Un día se encontraba el abad paseando por los alrededores del monasterio, llegó a una fuente y se dispuso a descansar. En aquel mismo momento el canto de un ruiseñor lo ensimismó y allí quedó Virila escuchándolo. A los pocos minutos Virila quiso emprender la vuelta al monasterio antes de que se hiciera de noche, pero allí mismo vio que sus barbas habían crecido hasta el suelo, que la maleza casi no le dejaba pasar y que el bosque estaba muy cambiado. Cuando llegó al monasterio se asombró al ver que todo estaba de forma muy distinta, las puertas y las ventanas, los tejados, los alrededores...


Al final llamó a una puerta del monasterio pero el monje portero le impidió el paso puesto que no conocía al que debía ser su abad. Virila tampoco reconoció al monje. Tanto insistió que le dejaron pasar y se fue integrando en la vida monástica sin entender cómo era posible que todos los monjes de Leyre le fueran desconocidos, y los mismos no le reconocieran a él. Pasado el tiempo un monje curioseando en los antiguos libros de historia de la congregación descubrió que hacía más de 300 años había existido un abad llamado Virila que desapareció en el bosque. Hecha la revelación cuando todos estaban reunidos en la sala capitular, se abrió la bóveda de la misma y una voz se dirigió a Virila diciéndole: "si tan pronto te pasaron los trescientos años escuchando el canto de un ruiseñor, imagina cómo pasará el tiempo en compañía del Altísimo". De esta forma Virila comprendió el misterio de la eternidad. Un ruiseñor entra entonces por la puerta de la iglesia con un anillo abacial en el pico, y lo coloca en el dedo del abad, que lo fue hasta que Dios lo llamó a comprobar la gloria eterna.

Cripta de Leyre
En los alrededores del Monasterio, tras un corto paseo, se encuentra la Fuente de San Virila.
Fuente de Virila

Como complemento histórico indicar que el abad Virila nació en Tiermas en el 870 y murió en Leyre en el 950.

4 comentarios:

  1. Me parece que los datos no son los correctos porque el Ruiseñor estuvo cantando durante 400 años que sumados a 950 años dan 1270 y no 80 años que no dan como para una leyenda con fundamento. Entonces, lo correcto sería que el Abad Virila nació en Tiermas en el año 870 y murio en Leyre en el 1270 rodeado de interrogantes como todo misterio que rodea al número 9, que es la suma de sus cifras. No se engañen con la cifra 9 porque aunque nos parezca simpática su sonrisa son de las que gasta bromas muy pesadas más por mago que por majo. Si echan un vistazo a todos los acontecimientos de la historia que han marcado el curso de la humanidad comprobarán que el número 9 está en todas ellas, por algo será¿no?

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  2. Bueno, hay que aclarar a los matemáticos que a la suma de las cifras hay que restarle uno en canarias según mi calculadora.

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  3. Yo, en particular paso de números y me ciño a las propiedades del agua de la fuente de San Virila. El caso es que le eche un buen trago y empezó a sonar el canto de un ruiseñor y ahora que estoy aquí en el futuro no sólo he perdido mi castillo, mis tesoros y a mi reina que estaba para comérsela cruda, sino que ahora me encuentro aquí sin mi corona, ni mi reina esposa, ni en donde caerme de hambre y sin papeles esperando en la fila del paro. Vaya futuro de.., bueno, al menos la educación vino conmigo.

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